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sábado, 20 de agosto de 2011

♥ing you

La pequeña Sharon disfrutaba con su imaginación, lo poco que me quedaba y que sabía que nadie le podía arrebatar.
En las noches cuando no podía dormir hasta altas horas de la madrugada le gustaba imaginar que él estaba a su lado, y que la miraba con dulzura mientras la acariciaba los dorados cabellos, que la susurraba palabras bañadas en caramelo para que se quedara dormida. Ella imaginaba que se ahogaba en sus ojos marrones, se derretía y pasaba a ser parte de él. El se tumbaba sobre ella, la cubría y la apretaba contra su pecho, respiraba el aroma de su pelo y acompasaba su respiración a la de ella. Después comenzaba a besar su rostro, empezando por los ojos, bajando por la nariz, después la frente y en orden, los pómulos, la barbilla, el cuelo, las orejas, las comisuras y finalmente sus finos labios que entreabiertos, guardaban una hermosa sonrisa, una sonrisa de niña aún.
Y así, se comían a besos y se desprendían de la vergüenza y de la inocencia. Se perdían el uno en el otro. Y después de hacer el amor durante horas, él la abrazaba por la espalda y así ella se quedaba dormida, con el pecho enchido de amor.
Pero Sharon abría los ojos, y nada de eso había ocurrido, sólo tenía a su osito de peluche, y él poco de eso la podía dar. Se sentía triste, pero al menos eso servía de algo, para calmar la soledad de su corazón y como un ritual, lo hacía cada noche.
"Ayer soñé que alguien me amaba/ , sin esperanza, sin daño, solo otra falsa alarma más...''

1 comentario:

  1. "Y así, se comían a besos y se desprendían de la vergüenza y de la inocencia" hermoso.

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