-Te quiero, por qué te cuesta tanto creerme.
-Porque tengo miedo de enamorarme...
-Vale, eso me lo dejas claro.
-Pero... ¡no! No miedo a enamorarme de ti; miedo a sentirme demasiado feliz en la vida, miedo de caer desde lo mas alto.
-Nunca te dejaré caer, ¿está claro?. Nunca.
-Confío en ti, confío ciegamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario